No se lo podía creer, su vuelo llego con cuatro horas de
retraso y el taxi que la estaba esperando en el aeropuerto se había largado,
solo tenía 20 libras y el móvil sin batería.
Pero ahora estaba allí, sentada en el banco que había frente
a su nueva casa, la contemplaba con una sonrisa de oreja a oreja. Ella, ella
sola la había conseguido. La fachada le parecía espectacular aunque el timbre
seguía sin llegar, pero no importaba
porque su casa, ya era su casa. Aunque solo por fuera, la verdad.
Cuando se abre la puerta la historia cambia y todo se convierte
en escombros, no sabe si podrá dormir en ella esa noche.
No han acabado de alicatar la cocina. El suelo de la sala está
acabado y ha llegado el piano, un regalo de su hermana, adquirido en el
mercadillo este verano.
El suelo del hall, espiga de pez, aun esta por barnizar, pero es todo un lujo. Poco a poco esta planta estará lista para amueblar.
El suelo del hall, espiga de pez, aun esta por barnizar, pero es todo un lujo. Poco a poco esta planta estará lista para amueblar.
1 comentario:
Qué belleza!!!
Yo quiero vivier ahí!!!
Saludos,
Zuly Castillo U.
COSTA RICA
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