Siempre has oído hablar. Gente a tu alrededor lo ha sufrido. Compañeros y amigos tuyos tienen algún familiar tocado, lo has vivido en la familia…
Oyes cosas buenas y cosas malas, tristes y temerosos sentimientos, una honda preocupación, una gran incertidumbre, mucha pena y tristeza, inquietud, angustia, perturbación. Brota una lágrima tras otra y de nuevo una larga noche y muchos minutos de silencio.Te lo han dicho, ella tiene un…. El mundo se te cae a los pies, comienzan los porqués, no te lo crees, no puede ser, un nudo en la garganta, una familia rota, palos de ciego, impotencia, desesperación...
Los días van pasando y las noticias se suceden, a veces crees que estas viviendo un sueño, otras la realidad te azota brutalmente. Tu cabeza se acelera. Poco a poco, todos vamos masticando, aprendes a convivir con la palabra, comienzas a ver una pequeña luz, visitas al enfermo, en fin, le vas quitando el miedo al susto y dentro de la gran oscuridad vislumbras una esperanza.
Hay que esperar, reunión de los médicos, vuelta a casa y entre trago y trago lo mejor: la familia es una piña, los amigos acuden rápido, se preocupan, lloran contigo, te animan, alguno te cuenta su experiencia y te hace reír (el también tiene el bicho).
Ahora toca tranquilidad, coraje, valentía, energía, alegría, positividad, unidad.... entre todos lo vamos a vencer, habrá días mejores y días menos mejores, pero todos junto tenemos que luchar. Animo M.
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