17 de diciembre de 2009

MI ARBOL DE NAVIDAD

Cuando los primeros cristianos llegaron al norte de Europa, descubrieron que sus habitantes celebraban el nacimiento de Frey, dios del Sol y la fertilidad, adornando un árbol perenne, en la fecha próxima a la Navidad cristiana.
Este árbol simbolizaba al árbol del Universo, llamado Yggdrasil, en cuya copa se hallaba la morada de los dioses y el palacio de Odín; y en las raíces más profundas estaba el reino de los muertos. Posteriormente con la evangelización de esos pueblos, los cristianos tomaron la idea del árbol, para celebrar el nacimiento de Cristo, pero cambiándole totalmente el significado.

Se dice que San Bonifacio (680-754), evangelizador de Alemania, tomó un hacha y cortó un árbol que representaba al Yggdrasil (aunque también pudo ser un árbol consagrado a Thor), y en su lugar plantó un pino, que por ser perenne, simbolizó el amor de Dios, adornándolo con manzanas y velas. Las manzanas simbolizaban el pecado original y las tentaciones, mientras que las velas representaban la luz de Jesucristo como luz del mundo. Conforme pasó el tiempo, las manzanas y las luces, se transformaron en esferas y otros adornos.
Después se agregó la tradición de poner regalos para los niños bajo el árbol, enviados por los Reyes Magos, Olentzero o Papá Noel dependiendo la leyenda de la región donde se encuentre.
El árbol de Navidad recuerda al árbol del Paraíso de cuyos frutos comieron Adán y Eva y de donde vino el pecado original; y por lo tanto recuerda que Jesucristo ha venido a ser Mesías prometido para la reconciliación. Pero también representa al árbol de la Vida o la vida eterna, por ser de tipo perenne.
La forma triangular del árbol , representa a la Santísima Trinidad. Las oraciones que se realizan durante el Adviento se diferencian por un color determinado, y cada uno simboliza un tipo:
El azul las oraciones de reconciliación; El plata las de agradecimiento; El oro las de alabanza y El rojo las de petición.
La costumbre de adornar el árbol navideño en los hogares españoles fue traída en el año 1870 por una mujer de origen ruso.
Este es mi árbol.
Me gusta llegar a casa y ver el salón iluminado únicamente con pequeñas lucecitas de colores, donde unas se apagan y otras se encienden.
Me gusta sentarme en el sofá con la luz apagada y ver el tintineo de luces, a veces juego a adivinar los adornos.
Me gusta correr un poco las cortinas y que los demás lo vean ateridos de frió y con pequeños copos de nieve que caen del cielo (¿ojala fuera verdad?).
Me gusta sentir el calor, la fraternidad y el sentido familiar que desprende. Cuando miro mi árbol veo toda mi vida y recorro mentalmente el proceso realizado cada año. Me acuerdo de mi infancia, de la llegada de nuevos miembros a la familia y con pena de muchos que ya no están.
Me gustaría un día poder realizar la cena de navidad alrededor de este árbol. No nos damos cuenta y para la mayoría solo es un adorno, pero para mi es toda nuestra vida.

3 comentarios:

natalia Carlota vallejos dijo...

muchas de las cosas que cuentas aquí las ignoraba y estan tan cargadas de simbolizmo que te agradezco que lo compartieras, es muy bello saber de donde provienen las tradiciones para poder continuarlas en el mejor sentido, que este´s bien y muchos cariños.

Rosa dijo...

Muchas nos dejamos llevar por las tradiciones y sin preguntarnos el por qué de una celebración , y la celebramos sin más.
Es bueno conocer su origen y saber porque se celebra.
Felices fiesta!!

Miritam dijo...

Gracias Nana,como siempre tienes el arte y la inspiracion para transportarme al lugar que describes, que hermosa eres me inspiras, siempre que te visito me llevo un dulce sabor de amistad y amor en mi vida,gracias, te cuento sigo bordando mi casita de madera, y casi empieso mi cocina, gracias por todo ese amor que nos das, vendre otro dia a verte y casi que me tomo todo tu cafe,,o te???
besitos. Tu companiera de bordado de Guatemala, Miriam de Gomez