No me gustaba mucho leer, mas bien me dedicaba a ver los dibujos de tebeos mientras otros deboraban libros de los Cinco. Por casualidad, en el colegio leí tu Príncipe Destronado y me aficione a leer. Devore tus libros, llore con Señora de rojo sobre fondo gris y descubrí algunas vidas en Cinco horas con Mario. Me alegre cuando supe que nuestro cumpleaños era el mismo día y me emocione y espere verte subido en tu bicicleta cuando visite Sedano. Adiós Miguel. Gracias por tu obra. Tu me enseñastes a leer.
1 comentario:
Qué cálidas palabras para despedir a un escritor que fue importante en nuestra vida. Sabés que, aunque soy una fanática lectora, no lo he leído, pero tus palabras tan íntimas hacia él me invitan a hacerlo, lo buscaré!
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