Esto nos ofrecieron: Mentiras, falsedades, engaños…
Entre ellos: Crispados, enojados, ofendidos, irritados, airados, violentados…
Y esperan que nosotros tengamos en ellos: Confianza, seguridad, esperanza, fe, credulidad, tranquilidad… y les confiemos nuestro futuro.
Lo del lunes por la noche pareció de primaria, nuestros hijos lo hacen mejor en sus clases, no hubo miradas directas a los ojos, no supieron responder abierta y coloquialmente, repetidamente echaron mano de sus notas (lo cual no inspira confianza), poco o nada gustaron las acusaciones entre ambos de mentirosos como si estuviéramos intentando descubrir quién es culpable de la desaparición del boli.
El desagrado total y la demostración de que nada o más bien poco ha cambiado llego con la promesa o el ofrecimiento de colaborar sea quien sea el Presidente en la lucha antiterrorista, algo que debería haberse hecho hace años y ser extensible a otros ámbitos, por ejemplo el económico, social, sanitario...
Sin comentarios, uno por callar y otro por hablar, indignante la igualdad y que decir el juego de marionetas con las mujeres. Claramente somos diferentes.
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