10 de diciembre de 2011

EL ESFUERZO TAMBIEN ES MASCULINO

Frenético y descascarillado siglo XXI donde las familias apenas se sustentan con dos sueldos, largas jornadas laborales para apenas permitirse pequeños placeres.

La incorporación de la mujer a la vida laboral provoca un drástico cambio en su vida doméstica: el nuevo roll del marido.

Atrás queda la imagen del amantísimo entrando cartera bajo el brazo por la puerta, recibido por su dulce esposa delantal en mano y un revuelo de niños correteando a su alrededor. La cena preparada y el periódico intacto esperando la lectura del cabeza de familia.

Toca el despertador a las siete y él se levanta para preparar los desayunos de los niños mientras su mujer le roba cinco minutos más de sueño a la cama.

Ayer preparo la comida del día siguiente, él llega a las tres y su mujer no viene a comer, tiene una reunión de empresa, trabaja en la alta dirección de una conocida marca de cosméticos y llega tarde a casa cuando no está en Madrid o Barcelona.

Hoy le han llamado del colegio, Paula tiene fiebre y mocos. Sale de la oficina, es autónomo, la tiene que llevar al médico, aprovecha para poner un par de lavadoras y planchar alguna colada atrasada, su mujer llega cansada, están en plena campaña de Navidad.

A las cinco coge a los chicos en la parada del bus y les ayuda con los deberes. Prepara las meriendas y las mochilas del día siguiente, juega un rato con ellos y ven la tele.

A las ocho les manda a la ducha y a ponerse el pijama. Esperan que llegue su madre para cenar en familia. Ella llama, se va a retrasar, les dice que cenen. Otro día sin ver a los niños, ya van tres.

A las once llega, cansada, exhausta, dice que le duele el cuerpo y habla sin parar de su trabajo, ni siquiera pregunta que tal ha ido el día. Él se siente mal y comprende cómo se han sentido nuestras madres a lo largo de su vida y valora el esfuerzo de miles de ellas.

1 comentario:

Natitxu dijo...

Eres bruja o has estado en mi casa espiando por un agujerito????
Besos