7 de enero de 2014

La Navidad, ¿religiosa o pagana?

 Significa mucho más: tradición, amor, cariño, familia, agradecimiento y humildad. Mi abuela  transmitió ese sentimiento de unidad familiar, con gran cariño nos reunía a todos junto a ella y esa tradición aun la mantiene viva mi madre. Ella me enseño a crear mi propio Árbol de Navidad, la historia de mi vida, el guarda los secretos de mi niñez y mi paso por el mundo, por eso cuando viajo recojo un trocito de el en forma de adorno.

Cuando nos reunimos todos junto a la mesa, veo como crece y me siento agradecida de poder tenerlos a mi lado, noto cada vez más cerca el relevo y se que seré la siguiente en mantener vivo el espíritu de la Navidad.

Cuando finalizan las abundantes y copiosas cenas y comidas y ya los niños han disfrutados de los petardos y cohetes, los Reyes Magos comienzan a trabajar, pero yo llevo meses haciéndolo quiero querer, quiero agradecer y quiero hacer feliz a cada uno de mis destinatarios. 
Son muchos días, muchos motivos y muchas palabras que no he expresado, por eso mis manos trabajan sin cesar para elaborar como si de duendes se tratara el regalo más especial.





















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